Desde hace décadas la nebulización de agua se ha utilizado para refrescar de una manera eficaz el ambiente. El procedimiento es sencillo, al pasar de fase líquida a gaseosa cuando el agua se disuelve en el aire, eliminando así el calor escondido.
Los nebulizadores de agua tienen diferentes aplicaciones en la actualidad. Son muy funcionales para el uso residencial, ya que los usuarios pueden disfrutar de su terraza o jardín en los días más calurosos. El aire puede refrescarse hasta unos 11 grados y, gracias a la niebla, se consigue un efecto decorativo capaz de crear un entorno fresco y relajante. Además, la nebulización es útil para ahuyentar a los insectos, el polvo, los olores desagradables y mantener húmedas las plantas.
Otro de los sectores principales que utilizan los nebulizadores de agua son las empresas textiles. Las principales ventajas de utilizar este sistema en este tipo de negocios es que reducen las partículas de polvo en suspensión y controlan la humedad para el correcto mantenimiento de los hilos. Asimismo, los trabajadores desarrollarán sus labores en un ambiente más confortable y fresco en los días más calurosos.
Los negocios hosteleros se suman a la utilización de los nebulizadores de agua para mantener un ambiente agradable en la terraza de su local. Los sistemas son sencillos de instalar y puede llevarse a cabo en cualquier rincón de la terraza. El objetivo es aumentar la humedad relativa, pudiendo reducir de esta forma la temperatura de una forma muy notable.
A las empresas relacionadas con el papel, la madera o la pintura el uso de los nebulizadores les aporta amplios beneficios. En el caso de la madera, estos sistemas ayudan a obtener unas condiciones de temperatura y humedad óptimas para una correcta conservación, evitando de esta forma grietas, deformaciones o hinchazón en el material. De la misma manera ocurre en las empresas de impresión, ya que el papel necesita una humedad concreta para que el acabado del producto sea el adecuado.
Incluir este tipo de sistemas en lugares como bodegas se convierte en una solución ideal para los problemas de altas temperaturas y escasa humedad, situaciones que ocasionan pérdidas de líquido que acarrean altos costes a las empresas.
Los sistemas de nebulización de agua son idóneos para su utilización dentro de invernaderos de cualquier tamaño. El microclima que se produce es perfecto para la mayoría de cultivos. Asimismo, se ahorran costes cuando se compara con otras opciones para controlar el clima y su instalación es rápida, sencilla y de escaso mantenimiento.